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Dame soluciones y te diré quién eres


6 de diciembre de 2016

En nuestra vida diaria, nos vemos obligados a relacionarnos con muchos tipos de personas:

Las optimistas que siempre ven el vaso medio lleno; las que se dejan llevar por las circunstancias o las personas que les rodean, adaptándose con facilidad a lo que venga.

Los pesimistas, que tienden a ver el vaso medio vacío y además suelen tener dificultades para llenarlo; los inflexibles que no ceden ante nada ni nadie y casi siempre se ven obligados a despotricar de un sistema que a duras penas se adapta a su modelo ideal…

Podríamos profundizar un poco más en todos ellos si desgranáramos cada matiz, cada diferencia entre unos y otros, pero no quiero detenerme en esto, sino en tratar de identificar los comportamientos de un perfil buscado y querido en cualquier organización para que cada uno de nosotros pueda verse o no en este espejo improvisado.

No precipita sus decisiones ante la urgencia; primero recopila información, después analiza, por último decide.
No se centra en las quejas, más bien, aporta soluciones.
No culpa al entorno de lo que les ocurre.
Se siente dueño de su destino, en tanto en cuanto toma decisiones conscientes y dirigidas.
Cuando se equivoca, lo reconoce, asume su error y busca soluciones o planes de mejora.
No se deja dominar por sus emociones ni por los pensamientos negativos.